¿QUIÉN DIJO VACACIONES?

Porque Dr. Sapo no descansa. Y el Viernes, después de casi dos meses, volvimos a subir al escenario. Esta vez fue en Madroñera, Cáceres. Y como ya hemos demostrado otras veces, la charca suena bien y está llena de buen rollo.


El día 8 de Junio, como muchos otros Domingos, llegamos a Madrid. Pero este era distinto, la primera parte del Apache Tour se acabó. Cada uno se fue a su casa contento, creo yo, sabiendo que habíamos hecho las cosas bien. Tocaba descansar, reflexionar, y decidir cómo continuar el trabajo. Para los "sapos músicos" estos dos meses han sido una época de ensayar, corregir fallos, componer, ... pero yo, desde ese Domingo, ya echaba de menos volver a tocar. Subirme a la furgoneta con rumbo a algún sitio, sin saber lo que va a pasar pero seguro de que va a ser otro finde de crocanrol... y eso no tiene precio. Porque el crocanrol aparece de repente, sin avisar y te invita a escuchar y te va enganchando y cuando te das cuenta ya es parte de ti y no puedes dejarlo.

Por fin llegó Agosto y los Sapos vuelven a la carga. Un par de llamadas, un e-mail y el Viernes a las 15:45 en el punto de control. Subimos a la furgoneta, con Loren al volante, Miguel de copiloto, Corman con sus cigarritos de la risa y Fer... !!Fer¡¡ convertido en punki, con cresta y pensando teñírsela de colores 8). Esta vez tocamos en un festival de los cientos que hay en verano, este tiene buenos grupos: Boikot, Vantroi, Albertucho, Dr. Sapo y algunos grupos extremeños. A mi sobre todo me apetece ver a Albertucho. Hace mucho que no coincidimos con ellos y tengo ganas de echarme unas risas. Próxima parada: Madroñera.

Tres o cuatro horas después llegamos a nuestro destino. En la plaza de toros, donde va a ser el concierto no hay mucho movimiento, así que decidimos irnos a la piscina del pueblo, que Miguel dice que mola mucho. Y tiene razón. Nos dimos un bañito de sapo y después algo de papeo. Mientras cenábamos nos fuimos dando cuenta de que hay mucha gente joven por el pueblo, todos uniformados con las camisetas de sus respectivas peñas. Esto tiene buena pinta y la noche promete.


A las 22:30 entramos al camerino. Tocamos dentro de poco y ya hay que empezar a calentar, a poner a tono las guitarras... ¿y esa guitarra? Fer se ha comprado un guitarrón, está de estreno. Su nuevo look viene acompañado de guitarra nueva, a ver qué tal. Los nervios van en aumento, una cervecita para hacer tiempo, más nervios y... ¡Doctor Sapo al escenario!. Cinco minutos para enchufarse y empezamos. ¡Vamonos!. No, no, espera... ¿qué? Loren me pide un pie de caja, el que le han dado está chungo y no puede poner su caja. Mal empezamos. Al final se arregla, pero ahora es un plato, este pie tampoco vale. Bueno da igual, nos quedamos sin plato, que empiece la música. Y comienzan a sonar las primeras notas de esa intro que me encanta. Dos meses esperando esto y... por fin, el crocanrol ha vuelto. ¡Qué gusto!. Taka taka, luna de menta... el público cantando.


Después del concierto apareció Alberto con toda la banda. Tan salaos como siempre, con sus historias y sus cosas. Nos quedamos por allí, disfrutando del resto de grupos y hablando con la gente. Así hasta que nos fuimos al hotel. Tuvimos que despertar a la recepcionista para que nos abriera, un poco más y dormimos en la furgo.


A la mañana siguiente duchita, desayuno y otra vez vuelta casa. De camino recogimos a un feriante que iba hacia Trujillo. Menos mal que sólo estábamos a diez kilómetros, porque el tío era un pesado, en gran parte por toda la farlopa que llevaba encima. Que si no se qué, esto y lo de más allá... bufff. A las 15:00 llegamos a Madrid, sanos y salvos como siempre. Cada uno se fue por su camino, pero esta vez no es hasta dentro de dos meses, si no hasta el Viernes que viene.

Salud y crock'n'roll.

Mochi (sapo fotógrafo)